domingo, 21 de octubre de 2012

Caprichos de la vida



Hay que ver lo caprichosa que es la vida…

Un jueves terminas el día pensando: Creo que ella me quiere, pero aún no… necesita tiempo, es lo que quiere, que la des tiempo, pero no puede pedírtelo. Al día siguiente te despiertas pensando, soy un cabezota, ¿recuerdas?, no sabes darte por vencido, y aunque ella no te lo haya pedido, tú le vas a dar tiempo, porque en la vida hay cosas por las que merece la pena esperar y ella es, desde luego, una de las cosas por las que MÁS merece la pena esperar.

Pues como decía, lo caprichosa que es la vida,  ayer sábado, 2 días después de ese jueves del que acabo de hablar, volvimos a vernos y no miento si digo que fue una de las tardes más INCREIBLES de mi vida. Desde el principio, con ese abrazo, paseando por Madrid y que alguien se ponga a cantar al “mas puro estilo Pavarotti” justo cuando íbamos a pasar por su lado, verte reír cuando te digo que algo o alguien le ha puesto ahí, para crear una escena perfecta, para que nos besemos, es lo mejor, justo después de que lo hubieses hecho. Compartir un helado en un sitio distinto para ti, un árbol rosa… ¡¡FUEGOS ARTIFICIALES!! Verdaderamente algo llamado destino quería que pasase.

A pesar de que finalmente después de todas esas “Señales” no hubo beso, el día no había acabado, cada uno nos fuimos a nuestras casas, y fue cuando tras un rato de intriga, me dices que casi me besas…Bromeas diciendo: ¡RESPIRA! (Jajaja eres idiota, pero me encantas).

No tengas miedo, no te acojones por volver a sentir algo, lo que sea que sientas, la vida está para vivirla, sin reprimirse…sólo cuando tienes 18, la vida puede ser mejor que una canción ¿recuerdas?
Mentiría si te dijese que el día de ayer no significó algo grande/importante. Aun así, sigo y seguiré siempre aquí, dónde me necesites, sea cual sea la situación… esperando el momento adecuado.

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